viernes, 20 de mayo de 2011

El PSOE se encomienda a Felipe y él no se fía de su partido


Elecciones | @Antonio Castro. Sevilla.- 20/05/2011 (12:32h)
“¿Vais a dejar que la derecha gane en la tierra de Felipe?”. Lo había dicho Zapatero en su mitin en Sevilla esta misma semana, y el PSOE-A prepara hoy la traca final de una campaña con la presencia de Felipe González, la última carta para salvar los restos del naufragio en la capital andaluza. Sin embargo, el ambiente juega en contra.Mariano Rajoy acaba de conseguir varios miles de asistentes más que Zapatero en Sevilla. El PP hace esfuerzos por evitar la euforia previa. Y Felipe González ha empezado a desconfiar de la capacidad de movilización de su partido, al que teme ver de nuevo como en el 96, cuando, “(el PSOE) estaba con los brazos caídos”. Él mismo lo acaba de reconocer en Jaén.

Así como en el tópico Andalucía es la tierra de María Santísima, para el PSOE andaluz Felipe es el santo al que se encomienda para conseguir el triunfo en el santuario nacional del partido, sobre todo en los momentos más difíciles. Sin embargo, en esta ocasión se ha producido un fenómeno hasta ahora desconocido. Felipe desconfía de su propio partido, de la capacidad de movilización de un PSOE que parece sentirse derrotado a priori. “No falléis, movilizaos, id a ganar, a ganar…”. El PSOE siempre estuvo convencido de que Felipe nunca falla, ahora es el propio Felipe el que no sabe si el PSOE va a responder o va a amanecer con “los brazos caídos”, como en el 96, cuando llegue el momento de salvar a Sevilla.

La batalla de Sevilla ha estallado al final de la campaña en una guerra abierta por ocupar espacios. Mariano Rajoy acaba de congregar en el Palacio de Congresos al doble de asistentes que Zapatero hace unos días. Ha sido un mazazo más en el ánimo de los socialistas sevillanos y un plus de euforia para la candidatura de Juan Ignacio Zoido (PP). Sin embargo, como ha ocurrido con las consecuencias de la crisis, esto no es más que el resultado de un largo proceso en el que el PSOE andaluz ha ido perdiendo espacio e incluso ha sido expulsado de lugares que sólo este partido podía llenar.

El PSOE, expulsado de su territorio

La larga marcha por ganar territorio comenzó hace tres años en Dos Hermanas. El velódromo de esta ciudad sevillana, de voto mayoritariamente socialista, era el Vista Alegre de Andalucía para el PSOE. Y un día de septiembre de 2009, el PP se propuso asumir el pulso, convocó un mitin en este sancta sanctórum y atiborró el espacio hasta serle imposible cobijar en él a todos los asistentes. Desde entonces, el PSOE no celebra mítines en el velódromo. Si hubiera que poner un hito en el cambio que lospopulares esperan en Andalucía, ése habría que situarlo en Dos Hermanas, y con él, el principio del declive socialista, acentuado después por el estallido de los casos de corrupción.

El triunfo de Rajoy frente a Zapatero en Sevilla ha sido otro paso más en esta batalla por ganar territorio. En estas circunstancias, no es extraño que el mitin de hoy en Felipe se celebre en Amate, un barrio populoso, con voto socialista al que hay que animar para que no caiga en la abstención, pero en un recinto con poco riesgo para el ex presidente.

Griñán, “el rencor y el exterminio”

La falta de asistencia de simpatizantes socialistas a los mítines de sus líderes parece reflejar de hecho la atonía que Felipe González observa en su partido y el temor a que no responda el domingo ante las urnas. Esta situación ha provocado un plus de violencia en los discursos de los líderes del partido. Griñán, por ejemplo, ha estado desconocido en Jaén, acusando al PP de ser un partido que promueve “el rencor y el exterminio”. Jamás se había escuchado este lenguaje en el actual presidente de la Junta, mucho más inesperado si cabe dos días después de que un concejal de la candidatura sevillana de Juan Espadas acusara a los populares de ser capaces de fusilar a todos los socialistas.

Griñán insiste en sus acusaciones al PP, “una derecha que quiere que se vote desde el rencor y el odio”, y dibuja un oscuro panorama si los populares ganan las elecciones recurriendo de nuevo al voto del miedo. Jaén es para el  PSOE-A como el gol de la honra, la segunda capital andaluza donde ha gobernado hasta ahora, y que, en el caso de perder Sevilla, sería lo único bastión que le quedara.

Aquí manda Zarrías

Sin embargo, Jaén es también un territorio adverso a Griñán dentro del partido, controlado por Gaspar Zarrías, que manda en su feudo por encima de las directrices del secretario general, hasta el punto de que se autonombró presidente provincial después de que Griñán hubiera llegado a un pacto por el cual ni él ni Pizarro estarían en los nuevos órganos directivos del partido cuando asumió la secretaria general del PSOE-A.

La atonía del PSOE en Andalucía, los brazos caídos de los que habla Felipe, no son sólo la consecuencia del desencanto de un electorado con el gobierno del partido al que votó, sino de la profunda crisis interna que los socialistas viven en el Sur, y en la que muchos esperan agazapados para iniciar la batalla más cruenta, una vez se cierren las urnas del próximo domingo y los resultados sean tan adversos como se temen