martes, 12 de julio de 2011




ANTE LA INMINENTE SALIDA A BOLSA DE LA ENTIDAD

La Torre Pelli de Cajasol abre una guerra de intereses que puede afectar a Banca Cívica
 En Exclusiva | @Antonio Castro. Sevilla  12/07/2011  (06:00h)
La inminente salida a Bolsa de Banca Cívica lleva dentro un problema larvado y no resuelto en Cajasol, una de las entidades que la conforman: la Torre Pelli, un proyecto de rascacielos ubicado en la isla de la Cartuja, con una inversión de más de 300 millones, y cuyo futuro no está nada claro por razones tanto urbanísticas como patrimoniales. La llegada de Juan Ignacio Zoido (PP) a la alcaldía de Sevilla ya ha puesto en evidencia que las relaciones entre el consistorio y Cajasol no van a ser tan “flexibles” como en tiempos de Monteseirín, y que la Torre Pelli, en el peor de los casos, podría incluso no concluirse.
La Torre Pelli ha sido uno de los proyectos más controvertidos de la capital andaluza. De un lado, ha tocado de lleno al skyline sentimental de la ciudad, que marca su techo urbanístico en el nivel de la Giralda. Con 178 metros, esta obra va a tener 80 más que la joya de la corona del patrimonio hispalense. Esta circunstancia y el peligro de que el proyecto supone para la Catedral, el Archivo de Indias y el Real Alcázar, declarados Patrimonio Mundial por la Unesco, ha abierto una larga batalla entre la “Sevilla eterna”, es decir, la ciudad que se mira en su patrimonio y trata de preservarlo a ultranza, y los defensores de romper con esta tendencia, representados por sectores financieros, políticos y arquitectónicos relacionados con el PSOE.
Parcelas que se ceden y extrañas licencias
Ramalazos de este debate entre las dos formas de concebir Sevilla aparecieron en la pasada campaña electoral, en la que los políticos del PSOE, sobre todo Alfonso Guerra, trataron de ridiculizar a los defensores de la Sevilla patrimonial. Sin embargo, uno de esos defensores, relacionado con sectores sociales que se han enfrentado al proyecto de la Torre Pelli, es precisamente el actual alcalde y entonces candidato, Juan Ignacio Zoido, cuyos primeros movimientos en torno a la obra ya permiten aventurar que no va a ser tan “alegre” en sus decisiones como lo fuera su antecesor, Monteseirín.
Una prueba de la mano ancha de Monteseirín con Cajasol ha sido el hecho deque este ex alcalde cediera dos parcelas a esta entidad financiera 48 horas antes de dejar la Alcaldía, y sin la autorización del secretario del Ayuntamiento, a cambio de un futuro uso de plantas de la torre para instalaciones urbanísticas. Por otra parte, en el plano de la reglamentación, aún hay pendientes determinados detalles relacionados con la licencia de obras que se concedió a Cajasol para construir la torre que no están claros, sobre todo los relacionados con Cultura. Tanto es así, que el actual alcalde ya ha anunciado que va a revisar esa licencia con sumo cuidado.
La Torre Pelli pende de un hilo. El propio Zoido ha ironizado recientemente en público preguntándose si las obras del proyecto no van demasiado lentas, como si quisiera asegurar que Cajasol no tiene muy claro cómo seguir. Si se tiene en cuenta que el Banco de España tuvo que inyectar a esta entidad mil millones para integrarse en lo que hoy es Banca Cívica y salvarse así de una situación poco menos que crítica, el fracaso de este proyecto tendría consecuencias económicas de peso para la Caja sevillana hoy integrada en Banca Cívica.
La batalla política y financiera
En cualquier caso, a la sombra de la Torre Pelli lo que se mueve es una batalla de perfiles políticos y financieros. Cajasol, promotora de este proyecto,ha sido la entidad en la que se ha apoyado el PSOE de Andalucía en el plano económico. No en balde, en Cajasol han ejercido como vicepresidentes políticos como Mario Jiménez, actual portavoz parlamentario, o Petronila Guerrero, ex presidenta regional del partido, cesada recientemente en aras de una mayor profesionalidad en Banca Cívica.
El PP de Andalucía siempre se ha considerado marginado de este poder financiero representado por Cajasol, y aunque las decisiones adoptadas en sus consejos lo han sido por unanimidad en la mayoría de los casos, lospopulares han considerado que el poder económico del PSOE en Andalucía descansaba sobre Cajasol y sobre Unicaja.
Los golpes de tuerca del alcalde Juan Ignacio Zodio en la Torre Pelli apuntan a una nueva manera de proceder en relación con los intereses de Sevilla, donde el  PSOE está sufriendo ya las primeras consecuencias de la pérdida de poder del pasado 22-M.