Rajoy, en Huelva, abriendo campaña |
En el primer caso, Griñán se salvaría y el PP tendría que reconducir su estrategia hacia unas elecciones autonómicas para las que ya es imprescindible que aporte algo más que la denuncia de escándalos de corrupción. Y, en una debacle general del PSOE, el medio y largo plazo estaría marcado por la descomposición interna del partido en el poder, un alineamiento generalizado de los electores con el PP, y una traumática etapa en la que el Gobierno de la Junta se vería desbordado por conflictos internos y externos.
Quien diga que estas elecciones municipales son sólo locales es que no quiere aceptar la verdadera perspectiva. No es gratuito el hecho de que tanto Rajoy como Griñán hayan empezado por Huelva una campaña que se presume tensa y convulsa. El PSOE onubense tiene encuestas que le garantizan la pérdida de la mayoría absoluta del PP. No la hacen públicas porque no quieren animar al electorado popular con la presión del miedo a la derrota, haciéndole así un favor al alcalde Pedro Rodríguez, cuyo principal problema puede ser una elevada abstención.